

16 consejos para tener una buena relación con los jugadores
Dirección de equipos 15/04/2017 Iván Morales 2

Las relaciones humanas son un aspecto que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Por lo que si como entrenadores de fútbol además de ser unos expertos de la táctica también lo somos en la relación con los jugadores, aumenta considerablemente el porcentaje de éxito necesario para triunfar en el mundo del fútbol.
A continuación te damos 16 consejos útiles para que la relación con los jugadores mejore considerablemente. Toma nota!
Índice de contenidos
- 1 Consejos para tener una buena relación con los jugadores
- 1.1 1. No realices críticas, no te quejes y no condenes a los demás
- 1.2 2. Empieza la relación de forma amigable
- 1.3 3. Demuestra un aprecio honrado y sincero
- 1.4 4. Despierta en los demás un deseo vehemente
- 1.5 5. Muestra un interés sincero por los demás
- 1.6 6. Sonríe
- 1.7 7. Durante la conversación pronuncia el nombre de la persona con la que hablas
- 1.8 8. Se un buen oyente. Anima a los demás a que hablen de sí mismos
- 1.9 9. Haz que la otra persona se sienta importante
- 1.10 10. Si has cometido un error, admítelo rápida y enfáticamente
- 1.11 11. Lanza pequeños retos al equipo
- 1.12 12. Consigue que la otra persona diga “Sí, sí”, inmediatamente
- 1.13 13. Permite que la otra persona sienta que la idea es suya
- 1.14 14. Dramatiza tus ideas
- 1.15 15. Elogia el más pequeño progreso
- 1.16 16. Atribuye al jugador una buena reputación para que se interese en mantenerla
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Consejos para tener una buena relación con los jugadores
1. No realices críticas, no te quejes y no condenes a los demás
Estadísticamente las personas no se critican a si mismos pero aprovechan cualquier cosa que no le gusta de los demás para criticarlos. La crítica mata las ambiciones de una persona y realizarla a nuestros jugadores puede causar un efecto negativo en ellos. La queja constante no trae nada bueno, hay que ser responsables y transformar ese motivo de queja en solución del problema para entrar en una dinámica positiva.
2. Empieza la relación de forma amigable
La actitud inicial en las relaciones es fundamental a la hora de establecerlas. Si la percepción de la otra persona és que tenemos buen trato, actitud positiva y cordial hace que su posición frente a nosotros sea más cercana y con más predisposición a trabajar en el proyecto. Como entrenadores debemos de cuidar este apartado y hacerles ver a los jugadores que la unión de piezas dentro del equipo tiene que ser fundamental para conseguir objetivos.
3. Demuestra un aprecio honrado y sincero
Muchas veces queremos contarle a otras personas nuestros puntos de vista sin importarnos realmente lo que la otra persona piensa o siente. A toda persona le gusta sentirse importante, por lo que interesarse de los puntos de vista del otro y reconocer sus fortalezas, de una forma sincera, es un ejercicio inmejorable para sacar lo mejor del otro. Como entrenadores tenemos que hacer que los jugadores se sientan importantes, escuchados y comprendidos.
4. Despierta en los demás un deseo vehemente
Este principio es fundamental para que nuestras ideas sean bien recibidas. En lugar de convencer al otro de que haga algo, trate de lograr que desee hacerlo. Para convencer a nuestros jugadores de realizar un planteamiento determinado es fundamental hacerles participes del mismo y que tengan un profundo deseo de realizarlo.
5. Muestra un interés sincero por los demás
A veces nos interesamos por los demás cuando éstos se interesan por nosotros. Si como entrenadores, mostramos un interés sincero por cada uno de nuestros jugadores, aunque sea con pequeños gestos, podemos hacer que se sientan mejor dentro del grupo y se afiance nuestra posición de liderazgo.
6. Sonríe
Los entrenadores estamos acostumbrados a ponernos la “mascara” de la seriedad, del drama o de lo que toque en ese momento, sin darnos cuenta del poder que puede dar una sonrisa sincera en momentos difíciles.
7. Durante la conversación pronuncia el nombre de la persona con la que hablas
El hecho de pronunciar el nombre de la persona con la que hablamos hace que le demos a esa persona una importancia especial, lo tomará como un elogio sencillo, potenciaremos su autoestima y su rendimiento. Por ejemplo: «Carlos, tienes que potenciar más tus virtudes para que…» «…porque Carlos, nuestra forma de jugar….»
8. Se un buen oyente. Anima a los demás a que hablen de sí mismos
Para solucionar un conflicto con una persona no hay nada como escucharle pacientemente y dejar que saque la ira que tiene dentro.
9. Haz que la otra persona se sienta importante
Nuestros jugadores necesitan en algún momento que les hagamos sentir importantes, que a la vez puede servir para sacar el máximo potencial que llevan dentro.
10. Si has cometido un error, admítelo rápida y enfáticamente
El admitir nuestra culpa o equivocación, cuando realmente ha sido así, hace que las otras personas se relajen y sus miradas hacia nosotros sean de forma diferente.
11. Lanza pequeños retos al equipo
Los pequeños retos hacen que los equipos no se duerman y se acomoden. Lanza pequeños retos a tu equipo de vez en cuando y lanza pequeños retos individuales a tus jugadores. Te sorprenderá como aumenta el rendimiento de los mismos.
12. Consigue que la otra persona diga “Sí, sí”, inmediatamente
Orienta desde el principio a tu jugador a decir muchos “síes” a través de preguntas que le orienten a responderlas afirmativamente, con el punto de vista que estáis de acuerdo. Cuando una persona nada más comenzar una conversación se posiciona en un “no” es muy difícil hacerle cambiar de opinión.
13. Permite que la otra persona sienta que la idea es suya
Como entrenadores debemos de saber que si persuadimos al equipo que una idea es suya, la realizarán con más entusiasmo que si es impuesta. Hay que ir dando pinceladas y orientaciones hasta que descubran ellos la idea que queremos trasmitir y la hagan como suya.
14. Dramatiza tus ideas
Hay muchos entrenadores que son muy inteligentes y tienen casi todo lo que hay que tener para triunfar, y no lo consiguen por no ser buenos comunicadores. Al grupo hay que hacerle llegar las ideas con emoción y sentimiento para sacar lo mejor de ellos.
15. Elogia el más pequeño progreso
Conviene destacar a un jugador nuestro con un elogio específico de algo que está haciendo ahora mejor que antes. El enfocarnos sobre los progresos reales que el jugador hace hará que el jugador lo sienta como sincero. No es lo mismo decirle a un jugador que esta jugando muy bien estos últimos partidos, que decirle que concretamente en los tres últimos partidos ha mejorado en el uno contra uno y que el porcentaje de pases correctos que ha dado ha sido el doble de lo que hacía antes y con eso ha ayudado al equipo a ganar los partidos.
16. Atribuye al jugador una buena reputación para que se interese en mantenerla
Si como entrenador le atribuyes una buena reputación a un jugador aunque no la tenga, este hará todo lo posible para no desmentirla y se esforzará al máximo.
Como puedes comprobar, todos estos consejos pueden aplicarse en el terreno de juego pero también en tu día a día. De echo están pensados para la vida real y los hemos adaptado para mejorar tu relación con los jugadores.
Todos estos consejos están adaptados del libro ‘Cómo ganar amigos e influir sobre las personas‘ de Dale Carnegie.